La Guardia Civil del Puesto de Yaiza, en Lanzarote, detuvo el 15 de marzo a tres personas, de entre 26 y 35 años, por un delito de hurto al llevar 350 kilos de lubinas procedentes de una piscifactoría, además de artes de pesca y la embarcación.
Las detenciones se produjeron después de que un trabajador de la piscifactoría ubicada en la zona de Playa Quemada alertara a los miembros de la Benemérita.
Así, tras tener la Guardia Civil de Yaiza conocimiento de estos hechos, la pareja en servicio de dicha Unidad desplegó un dispositivo de localización siguiendo las indicaciones del trabajador de la piscifactoría que los estaba siguiendo desde su salida de la misma.
Seguidamente, y gracias a la rápida respuesta, los agentes pudieron localizar el vehículo todoterreno, identificado inicialmente por el testigo con estas tres personas en su interior, que fueron sorprendidos en el momento en el que se disponían a introducir los barreños con las lubinas en una vivienda particular en Playa Blanca.
Posteriormente, los agentes verificaron como efectivamente dentro del vehículo estaban además una embarcación neumática plegada y varias artes de pesca, así como otros barreños con lubinas de peso y tamaño muy similares, todo ello sin cumplir con las correspondientes condiciones higiénico-sanitarias.
Finalmente, tras verificar la procedencia ilícita del pescado y formalizada denuncia en dependencias policiales por responsables de la piscifactoría, acto durante que se procedió a abrir una de las lubinas en cuyo interior aún se aprecian restos del pienso con el que se las alimenta y que es de uso exclusivo, los agentes de la Guardia Civil procedieron a la investigación de los tres hombres.
Dos de los detenidos tenían antecedentes policiales previos por el mismo delito, dándose la circunstancia de que ya habían sido aprehendidos en 2019 por agentes de la Guardia Civil de Yaiza por haber hurtado lubinas en la misma piscifactoría con idéntico modus operandi.
Además de las lubinas se procedió a la intervención de las artes y elementos de pesca para su puesta a disposición judicial.
En cuanto a los 350 kilos de pescado intervenidos fueron entregados a una asociación sin ánimo de lucro de utilidad pública, ya que cumplía con las garantías higiénico-sanitarias para su donación y posible uso alimentario.