Un reciente estudio sobre los beneficios del ejercicio para los peces de acuicultura, llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Barcelona, revela nueva evidencia científica de cómo mejora significativamente el crecimiento y reduce la acumulación de grasa en los juveniles de dorada (Sparus aurata).
La investigación, liderada por Isabel García Pérez del Departamento de Biología Celular, Fisiología e Inmunología de la Universidad de Barcelona, ha sido publicada en la revista científica Aquaculture. En este estudio, los investigadores evaluaron los efectos combinados de la actividad de nado, comparando el nado voluntario con el ejercicio, y la composición de una dieta alta en proteínas en contraste con otra alta en carbohidratos.
Se examinaron varios aspectos, incluyendo el crecimiento, la composición muscular, la textura de la carne y la expresión genética de factores relacionados con la hormona del crecimiento y factores de crecimiento similares a la insulina, así como marcadores del desarrollo muscular.
Los peces fueron alimentados con dos tipos de dietas experimentales que diferían principalmente en su contenido de proteínas y carbohidratos: una dieta con un 56% de proteínas y 8,6% de carbohidratos, y otra alta en carbohidratos con 24,9% de proteínas y 48% de carbohidratos. Ambas dietas fueron diseñadas para ser isolipídicas e isoenergéticas, cubriendo así las necesidades nutricionales de los peces.
Después de seis semanas de experimentación en las instalaciones universitarias, los peces, con un peso inicial de aproximadamente 5 gramos, sometidos a ejercicio sostenido mostraron un mejor rendimiento de crecimiento y un menor contenido de lípidos musculares en comparación con aquellos que se sometieron a nado voluntario. Además, los peces que realizaron ejercicio y fueron alimentados con la dieta alta en proteínas mostraron el mayor peso corporal final.
De manera inesperada, el ejercicio pareció reducir los parámetros de textura de la carne, principalmente la elasticidad.
En cuanto a la expresión genética, los niveles hepáticos del receptor anabólico fueron significativamente más altos en los peces que realizaron ejercicio y fueron alimentados con la dieta alta en proteínas en comparación con otros grupos.
Estos resultados destacan los efectos positivos del ejercicio en el rendimiento del crecimiento y la utilización de reservas lipídicas en juveniles de dorada, sugiriendo el ejercicio como una herramienta valiosa al formular dietas ricas en proteínas para esta especie. La dieta alta en proteínas resultó ser más efectiva en términos de promover un mayor peso corporal en los peces que realizaron ejercicio sostenido.
Por otro lado, aunque la dieta alta en carbohidratos no fue tan efectiva como la alta en proteínas, permitió a los peces utilizar más eficientemente estos carbohidratos para obtener energía en lugar de almacenarlos como grasa, lo que potencialmente mejora la eficiencia alimentaria y el crecimiento, incluso con una dieta menos favorable desde el punto de vista nutricional para la especie.
En términos de rentabilidad económica comercial, la decisión final sobre qué dieta utilizar dependerá de un análisis detallado que incluya el coste de las dietas, la conversión alimenticia de los peces (cantidad de alimento requerido para ganar una unidad de peso), el tiempo necesario para alcanzar el peso de mercado, la calidad del producto final y las preferencias del mercado objetivo.
El ejercicio, como parte del régimen de cultivo, también debe considerarse por su impacto en el crecimiento y la salud de los peces.
Este descubrimiento abre nuevas puertas para mejorar la eficiencia de la producción en la acuicultura, con beneficios tanto económicos como de bienestar para los peces.
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