
Un innovador enfoque ha destacado las ventajas significativas de los ácidos grasos omega-3 EPA y DHA de la microalga marina Schizochytrium como opción terapéutica para el tratamiento de la enfermedad hepática alcohólica. Estos ácidos grasos son altamente interesantes por sus propiedades antiinflamatorias y antioxidantes que ayudan a contrarrestar el estrés oxidativo y la inflamación, factores fundamentales en la progresión de la enfermedad.
Además, los EPA y DHA regulan el metabolismo de los lípidos, previniendo la acumulación de grasas del hígado, que suele preceder a etapas más graves de la enfermedad hepática alcohólica. También mejoran la integridad intestinal y la microbiota, reduciendo la inflamación sistémica, ofreciendo una capa adicional de protección.
Los ácidos grasos de esta microalga son una solución de origen natural, vegana y sostenible que sustituye los ácidos grasos del aceite del pescado. Además, los investigadores destacan que presentan menos efectos secundarios en comparación con medicamentos sintéticos, lo que los hace adecuados para tratamientos prolongados.
Por el momento, la eficacia se ha demostrado en modelos preclínicos, lo que abre la puerta a nuevas oportunidades terapéuticas. Los investigadores destacan que será necesario realizar más estudios clínicos para confirmar estos hallazgos en humanos.
Resultados destacados en ensayos
El equipo investigador aplicó un enfoque multidisciplinar para desentrañar las propiedades hepatoprotectoras de los ácidos grasos. Utilizando técnicas avanzadas como la farmacología en red y el acoplamiento molecular, estas predicciones se validaron en un modelo animal con lesión hepática alcohólica aguda.
El estudio identificó siete compuestos activos dentro de los ácidos grasos microalgales y 53 posibles dianas terapéuticas, de las cuales siete fueron clave para combatir la enfermedad hepática alcohólica. Estas dianas se asociaron a vías biológicas esenciales, destacando la vía de señalización PI3K/AKT, un regulador crucial de la supervivencia celular, la proliferación y el metabolismo. El consumo de alcohol interrumpe esta vía, pero los ácidos grasos de Schizochytrium demostraron mitigar eficazmente este efecto negativo.
Los estudios de acoplamiento molecular revelaron que el DHA y el DPA se unen con gran afinidad a estas dianas clave, lo que explica parcialmente sus efectos protectores. Los experimentos in vivo reforzaron estos hallazgos, mostrando una reducción significativa en los niveles de fosfatasa alcalina, aspartato aminotransferasa, la proteína total y la albúmina, marcadores de daño hepático. Además, los análisis histológicos de los tejidos hepáticos revelaron una clara disminución de la inflamación y del daño estructural en los ratones tratados con ácidos grasos microalgales.
Al abordar la enfermedad mediante múltiples mecanismos, incluyendo la supresión de la vía PI3K/AKT, estos compuestos se posicionan como una opción segura y efectiva.
Este avance no solo brinda una nueva esperanza a los pacientes, sino que también ofrece un precedente para el uso de recursos sostenibles en la solución de problemas médicos complejos.