La economía circular propone un modelo de producción y consumo basado en la reutilización, reducción y reciclado de los desechos que ocupa un lugar destacado en la agenda política europea. Desde la Comisión Europea se están desplegando varias iniciativas de investigación y planes de acción para promover este cambio de forma producir y, sobre todo, de desechar los bienes a nivel industria y doméstico.
La Unión Europea, según los datos públicos, produce más de 2 500 millones de toneladas de residuos al año que, en su mayor parte, se pierden sin darle una segunda vida. Para poder reducir al máximo los desechos son necesarios cambios en nuestro modo de vida y consumo.
La industria acuícola no está exenta de este mandato de las políticas europeas por ser más sostenibles. Con el objetivo presentar a la academia y partes interesadas los principios que deben regir este proceso, según la descripción de Imke de Boer, desde la Aquaculture Europe 2022 de Rimini, organizó un de expertos moderados por Geert Wiegerjes de la Universidad de Wageningen. en el que se buscó presentar los principios y objetivos de esta nueva forma de hacer las cosas.
Según explicó Wiegertjes, los cinco principios de la circularidad en los que debe basar la acuicultura son: salvaguarda de los ecosistemas, reducir el desperdicio, priorizar la producción de alimentos sobre el pienso, reciclar los subproductos, y reducir el uso de energía, y en el mejor de los casos, utilizar energía renovable.
En este sentido, la acuicultura es un sector que puede abordar estos desafíos a distintas escalas.