
Los océanos se han convertido en un foco de atención debido a su biodiversidad única y por albergar fuentes naturales con alto potencial para producir compuestos bioactivos con capacidades anticancerígenas.
Los corales blandos son ecosistemas valiosos para el desarrollo de tratamientos contra el cáncer. Así lo pone en relieve el estudio “From sea to science: Coral aquaculture for sustainable anticancer drug development” donde se ponen de manifiesto el poder de la acuicultura como una solución viable al permitir la producción en masa de ingredientes activos necesarios para la investigación y el desarrollo de fármacos, reduciendo la dependencia de las poblaciones silvestres y minimizando el impacto ambiental.
El estudio se centra en los extractos del coral de dedo de cuero (Lobophytum crassum), que han demostrado una notable actividad anticancerígena. Estos extractos han mostrado ser efectivos en la inhibición de la polimerización de la tubulina, un proceso crucial en la división celular, y en la inducción de apoptosis en células de cáncer de próstata.
Además, este coral ha mostrado capacidad para atenuar la transición epitelio-mesénquima (EMT), un proceso clave en la metástasis del cáncer, lo que sugiere su potencial para inhibir la diseminación de esta enfermedad.
Los mecanismos de acción del extracto del coral incluyen la inhibición de enzimas como la topoisomerasa II y la histona deacetilasa (HDAC), que son objetivos importantes en el desarrollo de terapias contra el cáncer. El componente activo principal es la 13-acetoxisarcorassólida (13-AC), que ha sido identificado y ha demostrado tener propiedades farmacocinéticas favorables, lo que lo convierte en un candidato prometedor para el desarrollo de fármacos anticancerígenos orales.
En modelos in vivo, el extracto ha demostrado su eficacia al suprimir el crecimiento tumoral en modelos de xenoinjerto de cáncer de próstata sin causar daños significativos a los órganos principales, lo que indica un perfil de seguridad favorable.