ESTUDIO

Investigadores de IATS-CSIC llevan a cabo el estudio más completo sobre el desarrollo del gusto en la dorada

Castellón 12/09/2022 | Esta información es útil para diseñar piensos específicos para estimular la ingesta y mejorar los procesos digestivos aumentando en los peces

Doradas en tanques de IATS-CSICInvestigadoras IATS-CSIC en tanque doradas | Foto archivo

Investigadores del Instituto de Acuicultura de Torre de la Sal del CSIC (IATS-CSIC) han llevado a cabo la investigación más completa realizada hasta la fecha sobre el desarrollo del gusto en peces teleósteos. Para ello han utilizado como animal modelo la dorada (Sparus aurata), una especie de gran interés comercial en el Mediterráneo.

Lo más llamativo del estudio es que se ha podido demostrar que los peces, al igual que los mamíferos, detectan también los sabores en el sistema gastrointestinal. Para ello, los investigadores han caracterizado un sistema de receptores del gusto en la dorada desde el inicio de su desarrollo embrionario hasta la edad adulta, comprobando que estos receptores podrían regular la fisiología intestinal como ocurre en mamíferos.

El estudio busca rellenar los vacíos de conocimiento que existen sobre el desarrollo del gusto, más específicamente aspectos sobre la señalización gustativa en peces teleósteos, muchos de ellos básicos de los genes T1R y TGI, y las hormonas intestinales en las primeras etapas de vida de los peces carnívoros como la dorada. Estos genes se relacionan con sensores de nutrientes que modulan la secreción de hormonas instestinales.

Según señaló al respecto José Miguel Cerdá Reverter, del Grupo de Control de Ingesta en Peces del IATS-CSIC, “mostramos por primera vez que los receptores encargados de detectar la información gustativa aparen originalmente en el tracto digestivo antes que en la cavidad oral”. Este descubrimiento abre la puerta al diseño de compuestos específicos basados en las propiedades gustativas de las especies para estimular su ingesta y mejorar los procesos digestivos.

Como explica, la detección del sabor se realiza gracias a la presencia de la cavidad oral de receptores específicos capaces de detectar componentes nutricionales o no nutricionales del alimento. Cada tipo de sabor: dulce, salado, ácido, amargo y umami es detectado por un tipo de receptor diferente.

Existen solo unos pocos estudios que analizan los aspectos del desarrollo relacionados con el sistema gustativo de los peces, y que están principalmente centrados en la morfología de las papilas gustativas, el patrón y la distribución celular o el desarrollo de la funcionalidad del gusto oral por métodos conductuales.

El poder demostrar que la dorada también detecta los sabores en su sistema gastrointestinal es de gran utilidad para diseñar piensos específicos basados en sus propiedades gustativas para estimular la ingesta y mejorar los procesos digestivos aumentando la absorción de nutrientes y la eficiencia alimentaria.

El grupo de Control de Ingesta en Peces de IATS-CSIC ha estudiado la familia de genes receptores T1R, encargada de los sabores dulce (azúcares) y umami (proteína).

La aparición de la expresión de la familia de receptores T1R en el tracto oral coincide con la apertura de la boca cuando las doradas empiezan a ingerir alimentos "de fuera" (alimentación exógena), que es cuando necesitan del gusto para evitar sustancias nocivas (toxinas, venenos, alimentos en mal estado…) o ingerir aquellas que nutricionalmente sean importantes.

"Cuando ya son adultos, demostramos que estos receptores se expresan también en las células enteroendocrinas, es decir, aquellas encargadas de la secreción hormonal desde el tracto gastrointestinal. Esto significa que, de alguna forma, los sabores controlan la fisiología intestinal y la secreción hormonal del tracto gastrointestinal en un proceso que se denomina ‘gutsensing", algo comprobado en mamíferos y que nosotros demostramos por primera vez en peces”, remarca el investigador del CSIC.

Según explica, esto implica que, como nosotros, los peces podrían detectar los sabores también en el intestino, y comunicar la información bien a través de impulsos nerviosos desde los nervios periféricos o bien gracias a la modulación de la síntesis y secreción de hormonas gastrointestinales.

Los experimentos realizados en doradas, añade, demuestran que estos receptores gustativos de la familia T1R son capaces de modular la secreción de hormonas para mejorar los procesos digestivos y de absorción de nutrientes, así como de informar al cerebro para que actúe en consecuencia, reduciendo o aumentando la ingesta o promoviendo comportamientos dirigidos al incremento de la ingesta selectiva de nutrientes.

Los resultados han sido publicados en la revista científica Animal Nutrition, se emplearon peces adultos y larvas de una granja de Avramar que fueron trasladadas a las instalaciones del IATS-CSIC para la investigación. Los experimentos se han desarrollado y financiado en colaboración con la empresa LUCTA SA.

Referencia:

Anna Rita Angotzi, Esther Leal, Sara Puchol, José M. Cerdá-Reverter, Sofia Morais. Exploring the potential for an evolutionarily conserved role of the taste 1 receptor gene family in gut sensing mechanisms of fish. Animal Nutrition

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