De entre las muchas ventajas que ofrecen los sistemas en recirculación en acuicultura están el máximo control de los procesos que intervienen en la producción de peces, el bajo uso de agua y concentración de los desechos de la actividad fisiológica.
Justo en este punto es donde investigadores del MARBEC e INRAE se han concentrado para sacar el mayor provecho de esta tecnología al integrar por primera vez un Sistema Multitrófico (IMTA, por sus siglas en inglés) que incluye el cultivo de microalgas y de ostras.
Según explican, esta integración permite transformar los desechos en nueva biomasa acuática y reducir la eliminación de estos lodos a través de otros métodos, dando una imagen “más ecológica y positiva de la actividad”.
En las pruebas experimentales llevadas a cabo durante un mes se observaron que las ostras crecieron a niveles similares a los juveniles de ostras en la naturaleza.
El modelo experimental se diseñó en la estación Palavas-les-Flots del IFREMER, en el sur de Francia, en tres replicas, cada una con un sistema de recirculación en el que se cultivaron lubinas (Dicentrarchus labrax), tres tanques de cultivo de una mezcla de microalgas: Schizochlamydella sp y Picochlorum sp; y tres tanques de ostras (Magallana gigas).
En unas condiciones probadas, este IMTA con una “intervención humana reducida” permitió una ganancia de biomasa de 3,7 gramos de ostra producida por kilogramo de alimento para peces.
Como proponen los investigadores la integración RAS-IMTA permite transformar los desechos en biomasa adicional, basada en los principios de economía circular podría aprovecharse para promover una certificación específica de “acuicultura circular” que podría mejorar la aceptabilidad social de la piscicultura.
El desarrollo de los IMTA en Europa todavía se encuentra en una fase temprana de desarrollo y debe hacer frente a varios desafíos. Algunos de los obstáculos podrían superarse realizando investigaciones sobre los aspectos biológicos, económicos y sociales de IMTA y de las percepciones de los consumidores finales sobre sus productos.
Además, como apuntan los investigadores, se deben estudiar diseños innovadores que reduzcan al máximo el desperdicio, prestando especial atención al análisis de sus efectos sobre la biología y el bienestar de las especies candidatas y la calidad de los productos finales. El aumento de la sostenibilidad económica y ecológica de la acuicultura deberá ayudar para mejorar la aceptación social.