La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos está modificando normativa que define los alimentos considerados “saludables”. Por ejemplo, promueve el salmón Atlántico, y otros pescados grasos, como alimento saludable, cuando anteriormente estaba fuera precisamente por sus aportes calóricos.
Esto es así porque, aunque se trata de alimentos grasos, son ricos en Omega-3 y proteínas de fácil digestión. Y son bajos en grasas saturadas y colesterol.
Se trata de una modernización del enfoque nutricional, que data de 1994, para fomentar una alimentación saludable y reducir la carga de enfermedades relacionadas con la dieta. En 2016 se introdujeron pequeños cambios para permitir que algunos alimentos con mayores contenidos en grasas totales pudieran incluirse, siempre que proporcionaran, al menos el 10% del valor diario de vitamina D o potasio.
La vieja norma, por ejemplo, no ponía límites a los azúcares añadidos, de tal manera que los cereales azucarados podían considerarse como saludables. Ahora estos procesados quedan fuera.
La actualización también establece límites para la cantidad de sodio a 230 miligramos por porción, lo que deberá de tenerse en cuenta para los elaborados con algunos tipos de algas y establecerá límites para las grasas saturadas.
En el marco de este cambio, está desarrollando un símbolo gráfico que debe ayudar a los consumidores. El uso de esta etiqueta seguirá siendo voluntario, como era la anterior. Algo que para algunos nutricionistas resulta confuso para los consumidores ya que el mero hecho de no tener esta etiqueta puede significar que no son alimentos saludables.
Una etiqueta más que necesaria ya que, según los datos de la FDA, el 80% de la población estadounidense no consume suficientes verduras, frutas y productos lácteos en su dieta.