Los peces de acuicultura seleccionan y responden a diferentes tipos de piensos en función de los ingredientes que lo componen, según revela un reciente estudio publicado en Fish Physiology and Biochemistry sobre preferencias alimenticias de la tilapia y la dorada.
A través de un enfoque innovador que integra la ciencia del comportamiento animal y la nutrición, los resultados han mostrado una perspectiva más completa sobre el impacto de las dietas en los peces de cultivo.
Los investigadores utilizaron un sistema de auto-demanda en tanques, permitiendo a los peces elegir libremente entre tres tipos de piensos: un control y dos experimentales con ingredientes alternativos como la quinoa, la espirulina, y harinas de semilla de colza y girasol. Este diseño proporcionó una oportunidad única para observar directamente las preferencias de los peces sin influencias externas.
Los hallazgos mostraron diferencias significativas en las preferencias alimenticias: mientras la tilapia del Nilo prefirió una dieta rica en proteínas vegetales y un balance adecuado de aminoácidos, incluyendo ingredientes como la quinoa y la espirulina, la dorada no mostró una preferencia clara. Esto destaca las variaciones entre especies, que podrían estar influenciadas por factores como la genética, las condiciones de cultivo y la composición del pienso.
Estos resultados no solo sugieren que la tilapia es más sensible a aspectos como el sabor y la textura de los piensos, sino que también plantean interrogantes sobre la falta de preferencia en la dorada, posiblemente debido a factores biológicos y ambientales diversos.
Los autores de este estudio enfatizan que estos descubrimientos son esenciales para mejorar la eficiencia alimentaria en acuicultura, reduciendo desperdicios y optimizando el crecimiento. Además, subrayan la importancia de considerar el bienestar de los peces, ya que entender y respetar sus preferencias naturales podría llevar a prácticas más éticas y sostenibles.
Finalmente, este enfoque podría influir en el desarrollo de piensos más atractivos y nutritivos, mejorando la salud y el bienestar de los peces y, consecuentemente, la calidad de los productos acuícolas disponibles para los consumidores.