
Un equipo internacional de investigadores de la Universidad de Oporto, en Portugal, y de la Universidad de Murcia, en España, ha publicado en la revista Fish Physiology and Biochemistry un estudio en el que se analizan los efectos de la natación inducida a corto plazo sobre la salud y los niveles de estrés en juveniles de trucha arcoíris (Oncorhynchus mykiss).
La investigación destaca porque va más allá de trabajos anteriores centrados principalmente en el crecimiento y el metabolismo. En este caso, se cuantifica el impacto positivo del ejercicio sobre indicadores clave de salud, como las respuestas inmunitarias y antioxidantes, ofreciendo nuevas perspectivas sobre cómo preparar mejor a los peces para situaciones estresantes como la manipulación y el transporte.
El estudio evaluó el impacto de la actividad de nado controlado en juveniles de trucha arcoíris (Oncorhynchus mykiss). Según explican los autores, “el nado inducido a corto plazo y de manera constante bajo condiciones bajas y altas podría utilizarse de forma previa a la aplicación de procedimientos que reducen el bienestar en truchas arcoíris de cultivo, como la manipulación o el transporte, con el objetivo de disminuir el estrés y mejorar las respuestas inmunitarias y antioxidantes”.
Los resultados mostraron que las truchas sometidas a este ejercicio presentaron una menor respuesta fisiológica al estrés cuando fueron manipuladas posteriormente. Los niveles de cortisol y glucosa –marcadores ampliamente reconocidos de estrés– fueron significativamente más bajos en los peces ejercitados en comparación con los controles sedentarios.
Las truchas que nadaron también mostraron una mayor actividad de enzimas como la catalasa y la superóxido dismutasa, fundamentales para neutralizar el daño oxidativo. “Estos resultados demuestran que el ejercicio puede preparar el sistema antioxidante de los juveniles de trucha, aumentando su resistencia a condiciones estresantes comúnmente presentes en las operaciones acuícolas”, señalaron los autores.
De manera destacada, los investigadores subrayaron que estos beneficios se lograron sin comprometer el rendimiento en crecimiento. Al contrario, estimular los mecanismos fisiológicos de defensa mediante ejercicio moderado y de corta duración podría convertirse en una herramienta práctica para mejorar el bienestar animal en acuicultura.
Los autores concluyen que la integración de regímenes de natación controlada en las prácticas de manejo podría ayudar a mitigar los efectos negativos de procedimientos habituales como el transporte, el hacinamiento y la clasificación, mejorando en última instancia tanto el bienestar como la robustez de la trucha arcoíris de cultivo.