
Los compuestos bioactivos de las algas están demostrando un gran potencial para su uso como fortificadores de piensos de peces ante un futuro en el que las olas de calor serán cada vez más frecuentes e intensas.
Con objeto de mejorar la resiliencia de los peces, un estudio liderado por Isa Marmelo de CIIMAR e investigadores de la Universidad NOVA de Lisboa y el Instituto Portugués del Mar y la Atmósfera (IPMA) se ha enfocado en el sargo blanco (Diplodus sargus), una especie típica del Mar Mediterráneo con interés comercial.
El estudio tuvo por objetivo evaluar el impacto de las olas de calor marinas en la fisiología y bienestar de los juveniles de sargo blanco, y analizar la respuesta inmunitaria y antioxidante de los peces alimentados con piensos fortificados con la macroalga Asparagopsis taxiformis bajo estas condiciones estresantes.
Este concepto innovador se apoya en el uso de ingredientes naturales con propiedades inmunoestimulantes para mejorar la resiliencia de peces de cultivo.
Para el diseño experimental se diseñaron varios piensos fortificados con el alga para juveniles de 28 gramos de sargo blanco.
Los piensos fortificados se diseñaron con tres dosis de 1,5, 3 y 6% con el objetivo de conocer cuál es la más efectiva. El estudio también analizó los mecanismos subyacentes implicados en la mejora de la resiliencia analizando los cambios en varios biomarcadores inmunitarios y antioxidantes a nivel individual, celular, bioquímico y molecular.
Los ensayos se llevaron a cabo en las instalaciones de la Estación de Investigación de Acuicultura del Instituto Portugués del Mar y la Atmósfera (EPPO-IPMA) en Olhão, Portugal. La simulación de las olas de calor se hizo elevando la temperatura del agua 4 grados paulatinamente durante 8 días. Después, mantuvieron la temperatura elevada durante 15 días, y luego se fue reduciendo nuevamente a lo largo de 8 días.
El impacto de las olas de calor simuladas fue evidente en el estado fisiológico de los peces, disminuyendo la tasa de crecimiento específico y el hematocrito, y aumentando las anomalías nucleares de eritrocitos y la peroxidación lipídica.
Estos efectos adversos, no obstante, se atenuaron mediante la biofortificación de los piensos con Asparagopsis taxiformis.
Los investigadores llegaron a ajustar una dosis de 1,5% como la mas efectiva para minimizar los efectos de estas olas de calor, mejorando significativamente las respuestas inmunitarias y modulando las respuestas antioxidantes.
Como señalan, la inclusión de esta macroalga mostró un potencial significativo para ser un ingrediente fundamental valioso en la industria de la acuicultura, modulando beneficiosamente la inmunidad y resiliencia de los peces bajo condiciones óptimas y adversas.
Estos resultados pueden ser extrapolables a otras especies de peces marinos al destacar la importancia de desarrollar piensos acuícolas sostenibles frente a fenómenos climáticos extremos como las olas de calor marinas.
Teniendo en cuenta que el estudio se centra en un periodo de biofortificación de 30 días y de recuperación de 61 días, para futuras investigaciones será interesante analizar los efectos a largo plazo de esta estrategia. Igualmente, sería relevante investigar cómo esta biofortificación afecta a diferentes etapas de la vida del pez, como adultos y etapas de reproducción.
Referencia:
Isa Marmelo, Cátia Lourenço-Marques, Iris A.L. Silva, Florbela Soares, Pedro Pousão-Ferreira, Leonardo Mata, António Marques, Mário Sousa Diniz, Ana Luísa Maulvault. Eco-innovative aquafeeds biofortified with Asparagopsis taxiformis to improve the resilience of farmed white seabream (Diplodus sargus) to marine heatwave events. Heliyon, Volume 10, Issue 15, 2024, e35135, ISSN 2405-8440