El Boletín Oficial de la Junta de Andalucía ha publicado recientemente el Plan de Ordenación de los Recursos Naturales (PORN) y el Plan Rector de Uso y Gestión (PRUG) del Parque Natural de la Bahía de Cádiz, con el objeto de asegurar la conservación y protección de este importante espacio natural, así como la promoción de un desarrollo sostenible de las actividades socio económicas.
La publicación de los Planes se esperaba por el sector desde hace más de dos años, ya que oficializa y garantiza que todas las acciones y actividades dentro del Parque se realicen de acuerdo con normativas establecidas, promoviendo una gestión coherente y coordinada del espacio natural. Además, esta publicación, facilita la transparencia y la participación ciudadana, permitiendo a la comunidad conocer y contribuir a la conservación y uso sostenible del Parque.
Los Planes, establecen una serie de objetivos generales y operativos destinados a mantener o restablecer un grado de conservación favorable de los hábitats y las especies de interés comunitario según la Directiva Hábitats y Directiva Aves.
Además, se plantea con el objetivo de promover la compatibilidad entre el desarrollo de actividades, especialmente acuícolas, y la conservación del patrimonio natural y cultural.
El Parque se ha zonificado en tres partes: Zonas de Reserva que incluyen espacios naturales y culturales costeros de extraordinario interés; Zonas de Regulación Especial, que abarcan parajes naturales y otros espacios de interés naturalístico y paisajístico; y Zonas de Regulación Común, que comprenden áreas de uso más generalizado, siempre con medidas de sostenibilidad.
El papel de la acuicultura en la Bahía de Cádiz
La acuicultura en el Parque Natural Bahía de Cádiz se ha consolidado como una actividad generadora de empleo y riqueza, integrándose con el medio marino en el que se desarrolla. A fecha de marzo de 2020, se encuentran autorizados 66 establecimientos de acuicultura marina, con una extensión de 2.181 hectáreas dentro del parque y 122 hectáreas fuera. Esta actividad, desarrollada principalmente en zonas de Red Natura 2000, ha contribuido no solo al mantenimiento de estos espacios naturales sino también a la restauración de áreas previamente degradadas.
El Plan destaca la importancia de asegurar que el desarrollo de la acuicultura sea compatible con la conservación del patrimonio natural y cultural, y la Junta de Andalucía reafirma su compromiso para que la actividad se realizará de manera que beneficie tanto a la naturaleza como a las comunidades locales.
En el Parque se distinguen cuatro tipos de cultivos marinos, basados en criterios como la densidad de cultivo, el grado de intervención humana, la procedencia de los alevines, el tipo de alimentación y la existencia o no de equipos de apoyo a la producción. Según estos criterios está el cultivo extensivo, de baja densidad de cultivo y mínima intervención humana. El cultivo semi-intensivo, de mayor densidad de cultivo que el extensivo, con algún grado de intervención.
De alta densidad de cultivo, o intensivo, con intervención significativa y uso de equipos de apoyo a la producción; y super-intensivo, con muy alta densidad de cultivo, con máxima intervención humana y uso intensivo de equipos de producción.
Las marismas transformadas o antiguas salinas constituyen la principal unidad ambiental en extensión, con una elevada importancia ecológica, singularidad paisajística y significado etnológico y cultural. Además, el 56% de la acuicultura marina del Parque se asienta en zonas de conservación activa. Las especies cultivadas por orden de tonelada producidas son la dorada, la lubina, el lenguado senegalés, la lisa, la baila y el sargo.
El tipo de acuicultura predominante en producción y valor económico es de granjas marinas en régimen semi-intensivo de dorada y lubina, así como en instalaciones cubiertas de producción intensiva como criaderos o ciclo integral de lenguado senegalés.