
Crece la preocupación en la isla de La Palma por la inminente llegada de la lava al mar que puede generar explosiones, emisión de gases nocivos compuestos por dióxido de azufre y altas temperaturas. La colada del volcán está bajando por la zona de Tazacorte y La Bombilla, al oeste de la isla.
A la tragedia por la pérdida material se une también el problema logístico, ya que en el puerto de Tazacorte se encuentran los pertrechos para la actividad pesquera y acuícola y una planta de preengorde de dorada y lubina recientemente terminada, de las más modernas de España y pionera en el archipiélago.
Por otra parte, y aunque no se puede hablar de ecosistema marino afectado, la navegación ha quedado restringida en algunas zonas. Por el momento se llevan evacuadas 5 500 personas de sus viviendas, contabilizada la destrucción de 103 hectáreas de cultivos y 166 viviendas y otros inmuebles.
Dos pescadores han perdido su vivienda y queda por saber cómo se verá afectado el puerto de Tazacorte, los caladeros y la granja acuícola que se encuentra en la zona de La Flamenca. Todo va a depender del recorrido que lleve la lava y qué ocurrirá cuando ésta toque el mar.