La presencia de plásticos en el medioambiente a nivel global es una realidad fruto de la actividad humana durante el último siglo. La disgregación de los plásticos en diminutas partículas, denominadas microplásticos está presente en todas partes. Aunque el 80% de estos microplásticos provienen de fuentes terrestres, su presencia se encuentra en todos los medios acuáticos del planeta.
Tal es la preocupación entre los consumidores que, desde la Asociación Empresarial de Acuicultura de España, APROMAR, se han llevado a cabo diversos estudios para establecer la presencia en peces de Acuicultura de España. Uno de estos proyectos de investigación, ACUIPLAS, ha sido realizado en colaboración con el Centro Tecnológico de Acuicultura (CTAQUA), entidad sin ánimo de lucro dedicada a la I+D en acuicultura. Este Centro cuenta con instalaciones, equipo humano y amplia experiencia en este tipo de iniciativas.
Después de completar el estudio, Juan Manuel García de Lomas, gerente de CTAQUA y responsable del proyecto ACUIPLAS, descarta la posibilidad de encontrar microplásticos en doradas, lubinas y rodaballos de Acuicultura de España, ya que en los peces analizados no se observaron micropartículas en las muestras analizadas, tampoco en los piensos, ni en el agua de cultivo.
La posibilidad de encontrarse con un microplástico, en caso de que existiera, sería prácticamente nula, señala García de Loma, ya que, como comenta, se alojarían en el estomago y las tripas del pescado que “son siempre desechadas", pues los pescados se "consumen eviscerados", por lo que no hay riesgo alguno a que lleguen al consumidor por esta vía. Lo que se come es el músculo y la piel, "y ahí no ha habido ningún positivo”.
Como señalan desde Acuicultura de España, en el estudio ACUIPLAS, fruto de la labor conjunta de APROMAR y CTAQUA, se abarcó también el estudio de las aguas donde se encuentran las instalaciones de acuicultura.
Como el resto de los enclaves repartidos por el medio natural, estos emplazamientos mostraron presencia de microplásticos. Sin embargo, estas trazas, aunque inferiores a otras mediciones realizadas en otros ámbitos del sector primario, no llegaron a contaminar las partes comestibles de los pescados analizados. Esto confirmó que la presencia de microplásticos en las aguas donde se crían los peces no supone un vector de llegada de estos materiales al consumidor.
La Acuicultura de España, gracias a su riguroso proceso de producción, fruto de su integración en el marco normativo de la Unión Europea, uno de los más exigentes del mundo, es uno de los sistemas más seguros y sostenibles de criar alimentos saludables y de calidad.