ESTUDIO

Un estudio enfría el optimismo sobre el potencial de la acuicultura para satisfacer la demanda mundial de pescado

Canadá 18/11/2022 | El estudio considera que la acuicultura ha llegado a un estancamiento en su crecimiento y propone mejorar la gestión pesquera para aumentar la producción

Granjero acuícola TailandésGranjero acuícola en Tailandia

Un estudio llevado a cabo por un equipo internacional de investigadores publicado en Frontiers in Marine Science enfría y define como “exceso de optimismo” las proyecciones de la FAO de las Naciones Unidas sobre la capacidad de la acuicultura para satisfacer la futura demanda de alimentos acuáticos en 2030.

El estudio tiene un claro sesgo de confirmación de la necesidad de mantener saludables las pesquerías y señala que, por ejemplo, si en Europa se reconstruyeran y gestionaran adecuadamente sus recursos acuáticos silvestres, se podrían aumentar en 5 millones de toneladas la producción pesquera. “Más que la producción acuícola europea anual actual”, añaden.

A nivel mundial estas capturas pesqueras podrían generar un aumento anual superior a 16 millones de toneladas “con una gestión adecuada”.

El estudio se basa para dudar de la capacidad de la acuicultura para satisfacer la futura demanda de pescado en las observaciones realizadas e las curvas de crecimiento de los grupos de especies más producidas en acuicultura y que, en los últimos años están mostrando, según los investigadores, “crecimientos reducidos”.

Para ello, tuvieron en cuenta los 10 principales animales acuáticos de granja; los 10 principales animales acuáticos alimentados y no alimentados; y un grupo formado por bivalvos y crustáceos.

Entre las especies más significativas del estudio están la carpa, el bagre, la tilapia, la ostra, el mejillón, el salmón, la dorada, la trucha y los langostinos.

Los autores consideran que, en el actual contexto de crecimiento de los peces de acuicultura, “donde en algunos casos se constata un decrecimiento”, será difícil alcanzar el objetivo de la FAO sin contar con las poblaciones de peces silvestres. De lo contrario, el déficit para 2030 será de 71 millones de toneladas, señalan.

Para cubrir este déficit los expertos calculan que la tasa de crecimiento de la acuicultura proyectada por la FAO, el Banco Mundial y la OCDE debería ser de 3 veces la producción promedio actual. Es decir, se tendrá que pasar de los 82,2 millones de toneladas de 2018 a los 173 millones de toneladas que se esperan para 2030.

Incluso si se cumpliera este “optimismo excesivo” de la FAO de la capacidad física, económica, técnica y ecológica de la acuicultura para proveer de pescados y mariscos, “el coste socioeconómico para los países costeros de bajos ingresos sería devastador”.

Esto es así porque, como señalan, el 90% de producción acuícola está concentrada geográficamente en Asia. El 10% restante, se reparte entre los otros cinco continentes y, Europa contribuye solo con el 4% de este total.

Por el contrario, la captura de especies silvestres está más distribuida geográficamente, con Asia acaparando el 54%, y China el 18% de la producción pesquera mundial.

La concentración geográfica de la producción de la acuicultura en pocas regiones pone en riesgo la seguridad nutricional y alimentaria de esos países productores ya que podrían verse como meros suministradores de pescado y marisco a los países desarrollados con mayor capacidad económica y adquisitiva.

El estudio pone el foco también en el bajo desempeño de las especies de mariscos no alimentados en los últimos años. A pesar de que estos productos acuáticos son los que son vistos como futuro para minimizar el estrés de los ecosistemas marinos.

Nota del editor

El estudio considera, en base a los datos utilizados, la desaceleración del crecimiento de la industria acuícola a escala mundial. En el estudio no se han tenido en cuenta los últimos dos años por la distorsión que podían haber generado en el histórico. Sin embargo, inducen la explicación sobre el motivo que hace que este estancamiento corresponda con la maduración de la industria por la limitación del espacio, el agua, la presión de las enfermedades, y la dependencia a la harina y aceite de pescado.

Sin embargo, no entra a analizar otras razones de este estancamiento de la producción como los motivos burocráticos a distintos niveles.

Habría sido deseable que, antes de emitir un juicio de valor sobre qué es lo que está detrás de este estancamiento, se hubiera entrado a analizar profundamente los grandes desarrollos tecnológicos de los últimos años y que comienzan a implantarse para mejorar la productividad y deslocalización de la producción de especies de interés.

Tampoco analiza la capacidad estratégica de la harina y aceite de pescado de origen extractivo para seguir aumentando la producción de peces. Ni los grandes avances realizados para reincorporar al sistema alimentario los co-productos vegetales y animales o, por ejemplo, la oportunidad que se abre con el uso de ingredientes noveles no competitivos con la alimentación humana directa.

La pregunta que nos debemos plantear es ¿Cómo se hará sin la acuicultura?

Referencia del estudio:

Sumaila U. Rashid, Pierruci Andrea, Oyinlola Muhammed A., Cannas Rita, Froese Rainer, Glaser Sarah, Jacquet Jennifer, Kaiser Brooks A., Issifu Ibrahim, Micheli Fiorenza, Naylor Rosamond, Pauly Daniel. Aquaculture over-optimism? Frontiers in Marine Science.

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