PREDADORES

Un estudio revela que la garza real supone una mayor amenaza para la acuicultura que el cormorán grande

Finlandia, 31/07/2025 | La garza real es especialmente letal con los juveniles, mientras que el cormorán ataca a todo tipo de pescado, también grande

Garza Real

Un nuevo estudio científico realizado en la costa finlandesa ha descubierto que la garza real (Ardea cinerea), y no el cormorán grande (Phalacrocorax carbo sinensis), es la principal ave depredadora en las instalaciones de acuicultura de peces en la región. Los resultados, publicados en la revista Ambio, se basan en más de 26.000 horas de videovigilancia en 17 jaulas de peces monitorizadas entre 2022 y 2023.

A pesar de la creencia generalizada de que los cormoranes representan una amenaza mayor, el estudio muestra que las garzas reales fueron responsables de depredar entre dos y cinco veces más peces que los cormoranes. Además, las garzas forrajeaban con frecuencia durante la noche, lo que hace que su impacto pase desapercibido sin una vigilancia continua.

“Las garzas reales aparecían con mayor frecuencia en jaulas con peces pequeños, mientras que los cormoranes y las rapaces eran más habituales en jaulas con peces grandes”, informaron los autores. Las garzas dejaban de cazar casi por completo cuando los peces superaban los 500 gramos. Aunque los cormoranes estaban presentes en jaulas con peces grandes, también mostraban preferencia por los individuos de menor tamaño.

La principal especie cultivada en las instalaciones acuícolas finlandesas analizadas fue la trucha arcoíris (Oncorhynchus mykiss), presente en 15 de las 17 jaulas. Esta especie resultó particularmente vulnerable a los ataques de garzas reales en sus primeras etapas de desarrollo: los juveniles de menos de 500 gramos fueron los más atacados, registrándose las tasas más altas de depredación en peces de menos de 100 gramos.

También se cultivaba coregono blanco (Coregonus lavaretus) en dos de las jaulas monitorizadas. Aunque los datos fueron limitados y no se analizaron por separado, estos peces también fueron objeto de depredación por parte de garzas reales cuando eran pequeños.

El estudio detectó que las rapaces (como el pigargo europeo y el águila pescadora) eran visitantes esporádicos y sólo atacaban en jaulas sin redes de protección, y únicamente cuando había peces grandes.

A diferencia de lo que se suele pensar, la proximidad de las piscifactorías a colonias de cría de aves no fue un factor determinante en la intensidad de la depredación. En cambio, el tamaño de los peces y la calidad y diseño de las redes protectoras resultaron ser factores mucho más relevantes.

Las redes de protección demostraron ser eficaces para disuadir a cormoranes y rapaces, pero no a las garzas, que incluso utilizaban la estructura de las redes como plataforma de caza. Las redes sueltas, con mallas anchas o mal ajustadas fueron especialmente vulnerables. En un caso extremo, una sola jaula llegó a perder hasta 807 peces en un solo día debido a la actividad de garzas reales.

Aunque algunas jaulas no registraron actividad de aves, la pérdida media anual estimada por jaula debido a la depredación de garza real fue de 2.025 peces, frente a 330 peces atribuidos a los cormoranes, considerando una temporada de visitas de 150 días.

El estudio, liderado por Camilla Ekblad, del Instituto de Recursos Naturales de Finlandia, destaca la importancia de adaptar las estrategias de mitigación según la especie de ave y el tamaño de los peces. También recomienda mejoras en el diseño de redes, como el uso de mallas más cerradas, fijaciones seguras y una mayor distancia respecto al nivel del agua, como soluciones prácticas y efectivas para reducir las pérdidas por depredación.

Presencia de garzas reales en la Bahía de Cádiz

En la Península Ibérica, la garza real está ampliamente distribuida y se ha registrado su presencia en la Bahía de Cádiz, donde la combinación de humedales, marismas y esteros acuícolas ofrece un hábitat de alimentación ideal.

Las observaciones confirman la presencia durante todo el año de esta especie en la zona, especialmente en los meses de otoño e invierno, cuando las poblaciones aumentan debido al influjo migratorio. Esto sugiere que los acuicultores que operan en la Bahía de Cádiz —una región con creciente actividad en piscicultura— podrían enfrentarse a riesgos similares de depredación por parte de la garza real, sobre todo en sistemas semiabiertos o con redes, y cuando se cultivan peces juveniles.

Dado que tanto la garza real como el cormorán grande están protegidos por la legislación europea, los investigadores sugieren que los posibles sistemas públicos de compensación para operadores acuícolas prioricen la cobertura de costes de infraestructuras preventivas.

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Referencia:
Ekblad, C., Westerbom, M., Laaksonen, T. et al. Great cormorants and grey herons depredating at finfish aquaculture: Factors affecting the human–wildlife conflict. Ambio (2025). 

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