Los fagos, depredadores virales naturales de las bacterias, tienen un gran potencial en acuicultura ya que no son tóxicos y son altamente específicos del huésped, y permiten combatir las infecciones de forma rápida y económica sin generar resistencia.
Se han investigado de manera abundante en humanos y también existen algunos ejemplos, aunque no muchos, de éxito en peces. Por eso, y pese a las ventajas, estas terapias necesitan investigarse mas a fondo para poder emplearse de manera generalizada en la salud de los peces.
El ambiente acuático es el hábitat de una variedad de bacterias, que incluyen especies saprofitas presentes en sedimentos y plantas, bacterias colonizadoras de la piel, branquias y tracto intestinal de los peces, como comensales, simbiontes y mutualistas, con efectos benéficos para la salud de los peces.
Un cambio en los parámetros ecológicos y ambientales provocado al introducir un tipo de fago también puede causar que muchos comensales se conviertan en patógenos oportunistas.
Por eso, como señalan los investigadores de ICAR en India en la revista científica Aquaculture International dado que los bacteriófagos son depredadores de las bacterias estamos ante una ecología microbiana “muy compleja” que debe abordarse de manera holística mediante enfoques metagenómicos.
Esta revisión científica, como explican, busca contribuir a la mejor comprensión de estas terapias, a través del análisis del potencial de las terapias con fagos, el modo de aplicación, los desarrollos recientes, las ventajas, los riesgos involucrados y los desafíos en el éxito y la popularización de estos tratamientos.
Además, la revisión analiza su perspectiva como herramientas de biodetección y acoplamiento con nanoburbujas para mejorar la salud de los peces.
Entre otras áreas para avanzar en el buen desempeño de estas terapias, destacan la necesidad de una buena caracterización fenotípica y genómica de los fagos aislados. También es una prioridad comprender el rango de fago-huésped y asegurarse de que el fago no codifique ninguna toxina potencial ni transfiera horizontalmente genes no deseados a la comunidad bacteriana.
Además, añaden, necesitamos informar con mayor precisión la información clave de los ensayos de fagos en peces, como, el estado de salud real de los peces antes del tratamiento, la configuración de los tanques de acuicultura, la calidad del agua, las propiedades fisicoquímicas de agua, la ruta del desafío experimental y control de calidad, que algunos trabajos publicados no pudieron proporcionar con precisión y afectaron la aceptabilidad comercial de los fagos. Esto se debe a que todos los entornos de acuicultura son prácticamente diferentes, por lo que las pruebas de eficiencia y seguridad deben realizarse individualmente.
Referencia:
Nokhwal, A., Anand, T., Ravikant et al. Bacteriophage therapy: an emerging paradigm in fish disease management. Aquacult Int (2022).