Por primera vez en Perú se consigue cerrar el ciclo en cautividad de la corvina (Cilus gilberti) en el Centro de Acuicultura de Morro Sama, ubicado en la región de Tacna, al sur del país.
El anuncio fue realizado por el Ministerio de la Producción (PRODUCE) y el proyecto contó con financiación del Fondo Nacional de Desarrollo Pesquero (FONDEPES).
El proceso incluyó la captura de ejemplares reproductores del medio silvestre, su adaptación a la cautividad, reproducción, puesta, incubación, cultivo larvario y alevinaje, hasta volver a seleccionar reproductores.
Las puestas de los reproductores de primera generación se alcanzaron entre octubre y noviembre.
Para la segunda generación (F2), los científicos se platean evaluar los parámetros productivos clave como las tasas de crecimiento, conversión alimentaria y mortalidad.
La corvina es una especie con gran potencial en acuicultura en países como Chile, donde se consiguió la tecnología de producción hace ya unos años, Perú y México. A pesar de las ventajas como especie apreciada y de rápido crecimiento, se trata de una especie susceptible a enfermedades bacterianas que complican su manejo, así como falta de mercado internacional.