
La reciente moción aprobada por unanimidad en la Comisión de Pesca del Senado, promovida por el Partido Popular (PP), para instar al Gobierno central a defender y promover la acuicultura y declararla como actividad estratégica, no es algo nuevo. Sin embargo, es de agradecer tanto la unanimidad de los partidos en defensa de esta actividad como el hecho de que se recojan en esta propuesta demandas históricas del sector. Estas son, entre otras, racionalizar la burocracia, combatir la competencia desleal y promover campañas que pongan en valor el sector y sus productos.
Cabe mencionar que son las Comunidades Autónomas las que tienen competencias exclusivas en la acuicultura., por eso, esta moción puede ser vista por algunos con escepticismo al venir de un partido que no demuestra su apoyo a la acuicultura en algunas de las Comunidades Autónomas donde gobierna.
No obstante, es de agradecer que tanto el portavoz de Alimentación del Grupo Popular y senador por Murcia, Antonio Luengo, como el resto de los representantes políticos, hayan subrayado la importancia de declarar la acuicultura como sector estratégico. También aciertan al calificar la acuicultura como una actividad con tradición en nuestro país, que promueve la innovación y el compromiso con el medio ambiente.
No obstante, para que estas afirmaciones alcancen su verdadero potencial, las palabras deben convertirse en hechos.
La acuicultura en España, con más de 5.100 establecimientos, enfrenta retos significativos debido, principalmente, al rechazo que genera en algunas localidades (algunas gobernadas por el PP). Esto se traduce en una excesiva burocracia y una legislación más orientada a la sostenibilidad ambiental,y que olvida que esta sostenibilidad también debe ser económica y social.
La aprobación unánime de la moción permite dar visibilidad a un sector del que pocos políticos quieren hablar, y esto también es positivo. Sin embargo, el cambio más importante a este nivel no es tanto reducir la burocracia como demostrar la voluntad - a ambos lados del espectro político - de hacerla una actividad estratégica de facto.
Es necesario un compromiso real con la acuicultura, implementando las medidas necesarias para su defensa y promoción, evitando que las promesas queden en meros “cantos de sirena”, una vez más...