Los pigmentos de las microalgas en forma de clorofilas, carotenoides, ficobiliproteínas y polifenoles, tienen aplicaciones comerciales significativas en la industria alimentaria, cosmética, farmacéutica y textil, debido a sus propiedades bioactivas y su capacidad como colorantes naturales.
Varias son las estrategias tradicionales que se pueden seguir para aumentar el contenido de pigmentos, como ajustes de intensidad y calidad de la luz, la salinidad, o condiciones de estrés específicas que condicionan la acumulación de pigmentos no fotosintéticos como polifenoles y carotenoides secundarios.
Como describen Aitor Aizpuru y Armando González Sánchez en su artículo de revisión científica "Traditional and New Trend Strategies to Enhance Pigment Contents in Microalgae", publicado en el World Journal of Microbiology and Biotechnology, existen tecnologías innovadoras que utilizan nanopartículas metálicas y campos magnéticos para mejorar la producción de pigmentos.
Estas estrategias no solo pueden aumentar la eficiencia de producción, sino que también mejoran la calidad y la variedad de pigmentos disponibles para aplicaciones comerciales. De ahí que esta revisión resulte de gran importancia para la biotecnología y la industria al proporcionar un marco para optimizar la producción de pigmentos de microalgas.
Como señalan los autores en su trabajo, la astaxantina, un carotenoide con potentes propiedades antioxidantes es producido principalmente por Haematococcus pluvialis y Chromochloris zofingiensis. Mientras que la luteína y zeaxantina, pigmentos importantes para la salud ocular y que se utiliza como suplementos nutricionales, están presentes en microalgas como Chlorella y Scenedesmus.
Amphidinium carterae y Tetraselmis suecica han sido identificadas como potenciales productores de flavonoides, pigmentos secundarios no fotosintéticos con funciones fotoprotectoras.
En el ámbito de las cianobacterias, destaca Arthrospira sp por su capacidad para producir ficocianinas, apreciadas por sus propiedades antioxidantes y antiinflamatorias, así como las ficoeritrinas, utilizadas en aplicaciones biomédicas y como colorantes naturales debido a su brillante color rojo.
El documento también pone de manifiesto que aún existen áreas que requieren más investigación y estudios detallados para comprender completamente los mecanismos y aplicaciones prácticas a gran escala.