cultivo de ostras en Japón | foto archivo
En Europa, las costas del Atlántico en la región de Marennes-Oléron en Francia, la ría de Aveiro y el Algarve en Portugal, y las Rías Gallegas y los esteros de la Bahía de Cádiz en España, han sido históricamente epicentros del cultivo de ostras.
En estos espacios naturales, las ostras se crían en zonas intermareales, expuestas a la marea baja y cubierta durante la marea alta. Sin embargo, existe una técnica denominada sistema de cultivo fuera del fondo, con contenedores flotantes y jaulas suspendidas, que ofrecen una solución moderna que promete un mayor control y eficiencia.
Para evaluar la rentabilidad de estas producciones, los investigadores Daniel R. Petrolia y Rex H. Caffey, de las universidades estatales de Mississippi y Luisiana, han evaluado económicamente esta modalidad de producción. Su estudio revela que la inversión inicial puede variar significativamente desde 57.000 dólares para una pequeña operación con una línea de bolsas flotantes y 40.000 ostras plantadas, hasta más de 200.000 dólares para grandes instalaciones con 24 líneas y 960,000 ostras.
Los costos operativos anuales, que oscilan entre 50.000 y 250.000 dólares, reflejan los desafíos económicos de esta técnica. Según los autores, para lograr un beneficio anual positivo, es necesario operar con al menos 720.000 ostras plantadas en tres hectáreas. Los precios de equilibrio, que varían entre 0,52 y 2,57 dólares por ostra, subrayan la importancia de alcanzar una escala significativa para garantizar la viabilidad económica.
Este sistema utiliza contenedores en forma de bolsas flotantes, jaulas o longlines que tienen como ventajas el mayor control de las condiciones de cultivo y la posibilidad de mitigar algunos riesgos asociados a los métodos tradicionales. Por el contrario, obliga a hacer mantenimiento y monitorización que implica la limpieza regular de las bolsas, la revisión de la salud de las ostras, la verificación regular de las tasas de crecimiento y la redistribución de los ejemplares para evitar el hacinamiento.
Los autores recomiendan para rentabilizar la inversión comercializar las ostras en mercados locales. De esta manera se reducen los costes logísticos, se asegura la frescura del producto y por tanto se puede vender a un mejor precio y se puede mejorar la rentabilidad y sostenibilidad del negocio a largo plazo.
Esto requiere, no obstante, contar con políticas gubernamentales para apoyar esta industria emergente. Los subsidios y programas subvencionados son útiles para el desarrollo inicial del sector, pero su eventual desaparición podría ejercer presión sobre toda la cadena de suministro, desde los productores a los consumidores finales.
Referencia:
Petrolia, D. R., & Caffey, R. H. (2024). Economic analysis of off-bottom oyster culture. Aquaculture Economics & Management. DOI: 10.1080/13657305.2024.2365203
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