En casi dos décadas el consumo de algas en el mundo ha pasado de 10,6 millones de toneladas en 2000 hasta 32,4 millones de toneladas en 2018. FAO y Who (World Head Organization) mantienen que este crecimiento seguirá produciéndose en las próximas décadas por la fuerte demanda de alimentos acuáticos esperados.
Sin embargo, como advierten desde la, existen muchos tipos de algas de las que se desconocen sus aspectos nutricionales adversos o su idoneidad como alimento. Muchas, tienen altos contenidos en metales pesados y biotoxinas asociadas, que son consideradas como “relevantes” para comprender su importancia en la salud pública.
En general, como destaca el documento de la FAO y Who, hay datos limitados sobre la aparición de peligros para la inocuidad de los alimentos en algas marinas, con la consiguiente escasez de legislación sobre los peligros. Los limitados datos disponibles, añaden, sugieren que los metales pesados, principalmente arsénico inorgánico y cadmio, microbios del tipo Salmonella spp, Bacillus spp y norovirus, y el yodo, todos ellos, que “pueden plantear problemas de seguridad alimentaria en las algas marinas”.
Estos peligros pueden estar influenciados por factores relacionados con el tipo de alga: marrones, rojas o verdes; y familias Laminariaceae, Alariaceae, Fucaceae; fisiología, impacto de la estructura de la pared celular en la acumulación de contaminantes del agua circundante, concentraciones variables de contaminantes en diferentes partes de la biomasa; edad de la cosecha, manejo y procesamiento.
Actualmente, señala el documento, no existe ninguna norma o directriz del Codex que absorbe específicamente “la inocuidad de los alimentos en relación con la producción, procesado y utilización de algas marinas”.
Aunque se han introducido algunas normas privadas, no abordan directamente la inocuidad de los alimentos o no lo hacen con suficiente profundidad. Por eso, señalan, también faltan reglamentaciones nacionales sobre la seguridad de las algas marinas y existe, “una brecha regulatoria global significativa con respecto a la seguridad alimentaria en las algas marinas”.
Los expertos recomiendan hacer trabajos adicionales para evaluar el alcance de la utilización de las algas como alimento y como pienso, destacando las diferencias nacionales y regionales y su impacto correspondiente sobre la seguridad alimentaria y el comercio.
Entre otros, llevar a cabo una evaluación de riesgos de los principales peligros identificados para establecer su importancia para la salud pública y proporcionar evidencia para el desarrollo y posterior aplicación de la legislación que cubre tales peligros.
Referencia:
FAO and WHO. 2022. Report of the expert meeting on food safety for seaweed – Current status and future perspectives. Rome, 28–29 0ctober 2021. Food Safety and Quality Series No. 13. Rome.