
Un estudio sobre la presencia de patógenos bacterianos emergentes en criaderos de peces del Mediterráneo ha demostrado que la composición microbiana de estos entornos está influenciada principalmente por factores como el origen del agua de mar, la ubicación de la instalación y las prácticas de manejo, más que por la época del año en la que se toman las muestras.
Los hallazgos pueden tener importantes implicaciones para la gestión de los criaderos, al potenciar la salud de los peces y, con ello, la sostenibilidad de la acuicultura.
El estudio fue realizado por investigadores del Agricultural University of Athens, Hellenic Centre for Marine Research y KU Leuven, en tres criaderos situados en distintas regiones de Grecia. Durante un año, los científicos llevaron a cabo muestreos estacionales para analizar la composición microbiana de los cultivos vivos auxiliares utilizados en las primeras etapas del desarrollo de los peces, como microalgas, rotíferos y Artemia.
El objetivo del trabajo era doble: identificar patógenos bacterianos y comprender mejor la dinámica microbiana de los criaderos. Esto permitiría a la industria acuícola optimizar sus prácticas de manejo y reducir la dependencia de terapias químicas.
Para el análisis, se utilizaron tecnologías avanzadas de secuenciación de amplicones de 16S rRNA, que permiten un mapeo detallado de las comunidades bacterianas.
Entre los resultados más destacados, se identificaron los géneros bacterianos Vibrio, Tenacibaculum y Photobacterium, que en algunos casos representaron hasta un 12% de la abundancia relativa. Sin embargo, no se detectaron brotes de infecciones durante el estudio, lo que sugiere un posible equilibrio microbiano, es decir, una coexistencia estable entre bacterias potencialmente patógenas y las condiciones controladas del criadero.
Otro hallazgo importante fue que un criadero, que utiliza agua de mar natural, mostró una mayor diversidad microbiana en comparación con los que emplean agua de pozo. Esto indica que la fuente de agua, junto con otros factores como las prácticas de manejo y la ubicación geográfica, tiene un impacto significativo en la diversidad bacteriana.
Los investigadores subrayan que la monitorización microbiana mediante tecnologías avanzadas es fundamental para lograr una acuicultura más sostenible y eficiente, especialmente en regiones como el Mediterráneo, donde la demanda de pescado cultivado sigue en aumento.
Referencia:
Skliros, D.; Kostakou, M.; Kokkari, C.; Tsertou, M.I.; Pavloudi, C.; Zafeiropoulos, H.; Katharios, P.; Flemetakis, E. Unveiling Emerging Opportunistic Fish Pathogens in Aquaculture: A Comprehensive Seasonal Study of Microbial Composition in Mediterranean Fish Hatcheries. Microorganisms 2024, 12, 2281.