El pez cebra (Danio rerio) es un animal modelo de investigación bioquímica y nutricional de primer orden por las ventajas que ofrece a los científicos como transparencia de los embriones, crecimiento rápido y alta fecundidad.
Sin embargo, en el ámbito embrionario existen todavía lagunas de conocimiento que deben ser mejoradas en aspectos relacionados con la dieta y la densidad de crianza que afectan al cambio de peso y éxito reproductivo a los 120 días después de su fertilización.
La cría larvaria se hace con alimento vivo convencional de rotíferos y Artemia sp, y en los últimos años con microdietas o la combinación de ambas estrategias.
Esta falta de estandarización, como destacan investigadores del Centro de Ciencias del Mar (CCMar) y del GreenCoLab de la Universidad del Algarve en un estudio presentado en la Aquaculture Europe 2022, puede llevar a obtener distintas tasas de crecimiento y supervivencia larvaria, o de maduración sexual, que según el estudio para el que se vayan a destinar pueden ser relevantes.
Además de los impactos biológicos, como señalan los investigadores, la falta de dietas estandarizadas pueden comprometer la replicabilidad de los resultados, un aspecto muy importante para la consistencia de la evidencia científica.
Es por eso que los investigadores analizaron los efectos de los distintos protocolos de alimentación más utilizados para promover un desarrollo larvario adecuado y óptimos niveles de supervivencia.
El diseño del experimento tuvo en cuenta diferentes protocolos de alimentación: con dieta viva de rotífero y Artemia sp; microdieta y una mezcla de ambas. En el experimento se tuvieron en cuenta la concentración de rotíferos; la transición temprana de estos a otra de microdietas; la frecuencia de alimentación.
Los resultados obtenidos muestran que la alimentación con presas vivas contribuye al bienestar de los peces, ya que desencadenan el comportamiento depredador natural de los peces y, en consecuencia, reduce el estrés en cautividad. Los investigadores también observaron que también esta alimentación es “esencial para promover mejores crecimientos y supervivencia”.
En general, señalan los investigadores, los resultados revelan que una dieta basada en rotíferos y un régimen extendido de coalimentación con Artemia sp o rotíferos hasta el día 15 días después de la fertilización disminuyó la dispersión del tamaño de los peces, promovió el crecimiento de larvas y la supervivencia en comparación con un régimen de alimentación basado en microdieta o una transición temprana a éstas.
Además, el protocolo de alimentación extendido con microdietas permiten reducir los costes y el manejo de la alimentación de las larvas en comparación con una estrategia exclusiva basada en la alimentación con microdietas cuatro veces al día.