Los programas de cría selectiva han permitido a lo largo del tiempo desarrollar especies vegetales y animales adaptadas a las condiciones ambientales y las enfermedades. De esta forma se consigue una provisión de alimentos estable para una población mundial en continuo crecimiento.
En acuicultura los programas de cría selectiva han ido implementándose de manera progresiva en las especies piscícolas más representativas. En los últimos años, los avances tecnológicos han permitido la aplicación de herramientas como la secuenciación, la genómica y la bioinformática. Gracias a ellos, se han producido importantes avances para la selección de reproductores.
Estos avances han permitido, por ejemplo, tasas de ganancia de peso genética de 10% en comparación con las herramientas convencionales de selección.
En una revisión científica llevada a cabo por investigadores del Instituto Zooprofilático Experimental del Piemonte, de la Universidad Católica del Sacro Cuore y de la Asociación de Piscicultores Italianos se describen las herramientas más novedosas en la aplicación de la genética y la genómica para combatir las enfermedades infecciosas más comunes en piscicultura.
Estas enfermedades, como señalan los autores de este trabajo, afectan a la rentabilidad de las empresas de piscicultura, siendo en algunos casos, un problema serio en condiciones de alta densidad.
Los métodos convencionales de control están basados en la profilaxis, la vacunación y las terapias. Todas estas opciones necesitan mayor desarrollo y obligan al productor a realizar gastos extra, afectando principalmente a los productores a pequeña escala.
La cría selectiva para la mejora genética contra las enfermedades infecciosas, por el contrario, ofrece ventajas al aumentar la eficiencia, la rentabilidad y la sostenibilidad, así como al reducir la huella ambiental.
La información recopilada en esta revisión científica, señalan los autores del trabajo, está especialmente recomendada para asociaciones públicas y privadas que trabajen en el campo de la mejora selectiva y en el campo de la innovación acuícola para que puedan desarrollar tecnologías y traducirlas en aplicaciones comerciales novedosas y de bajo coste, asequibles para todos y especialmente para los pequeños productores.