La alta demanda de productos del mar de alto valor posiciona la proteína marina como la más comercializada, con un valor estimado de 164 000 millones de dólares en 2021 y una tasa de crecimiento de 2,44% en la última década.
Según un informe de Rabobank, el comercio de productos del mar fue de aproximadamente 3,6 veces del tamaño del de la carne de vacuno, cinco veces la de porcino, y ocho veces la de aves de corral.
Esto pone de manifiesto dos cosas, la gran importancia del comercio de productos del mar, y de otra, la dependencia que existe en EE. UU., Europa y China a las exportaciones de regiones con menos capacidad adquisitiva.
Para ilustrar la naturaleza internacional y la diversidad del comercio de productos del mar, el informe identifica 55 flujos comerciales valorados cada uno en 400 millones de dólares anuales y 19 flujos valorados entre 200 millones y 400 millones de dólares.
En este contexto, los países en desarrollo desempeñan un papel importante en las exportaciones, mientras que los desarrollados son cada vez más dependientes. Destacan las exportaciones de langostinos de India y Ecuador, y los salmónidos chilenos.
Un caso aparte es la relación comercial preferente del salmón noruego con UE-27 y Reino Unido, que conserva el primer puesto, valorado en más de 8 700 millones de dólares.
En segundo lugar, encontramos el comercio de Canadá a EE. UU., valorado en 5 000 millones de dólares y dominado por los crustáceos (excluidos los langostinos), que están valorados en 3 340 millones. Y con más de 3 300 millones en productos del mar en 2021, el comercio de India a EE. UU. ocupa el tercer lugar, impulsado por la demanda de langostinos vannamei de acuicultura, que representa el 80% de las exportaciones de productos del mar indios a EE. UU.
Aunque se espera que la demanda de productos del mar de alto valor se mantenga alta en los próximos años, con las exportaciones de la India y Ecuador bien posicionadas, hay que estar pendientes de como evolucione la pandemia en China, ya que podría desarrollarse un entorno recesivo en la segunda mitad de 2022 o 2023.