Investigadores australianos han mapeado el genoma del langostino tigre negro australiano (Penaeus monodon), una especie de gran interés comercial. El avance contribuirá a mejorar el desempeño de los granjeros para aplicar prácticas de cría selectiva de esta especie.
El mapeo del genoma del langostino tigre forma parte del proyecto en el que participa un consorcio de entidades liderado por la Universidad James Cook, el Centro de Investigación de Transformación Industrial ARC, el Centro de Investigación del genoma autraliano (AGRF), la Universidad de Sydney, CSIRO y Seafarms Group.
Como señaló al respecto Dean Jerry, la información del genoma es importante ya que contiene, esencialmente, el modelo que determina “la composición y el comportamiento del langostino”.
Uno de los beneficios más directos de tener el genoma es que puede ayudar “significativamente” a la cría selectiva de la especie, como ya ha ocurrido con otras especies vegetales y ganaderas.
Como curiosidad, destacó Jerry, el genoma es tan grande como el humano, a pesar de tratarse de un animal de pequeño tamaño.
Por su parte, Kenneth Chan, gerente de Bioinformática de AGRF, indicó que el proceso para reconstruir el genoma del langostino fue “diabólicamente” complicado. Los científicos también han encontrado algo muy inusual en la forma en la que el langostino tigre combate las infecciones virales y que son “únicos” en esta especie.
Gracias a este avance en el conocimiento científico, adelantó Dean Jerry, se cambia “radicalmente el panorama para la investigación de los langostinos, lo que implica un conjunto completo de otros estudios biológicos funcionales, que incluyen cómo apuntar genes particulares para mejorar los resultados de la selección, hasta la ingeniería genómica de precisión”.