
A medida que el agua del Mediterráneo se calienta, los acuicultores se enfrentan a crecientes desafíos para gestionar los impactos del cambio climático en las especies de cultivo. La lubina europea (Dicentrarchus labrax), una de las especies más importantes de la región, es particularmente vulnerable a las olas de calor, con temperaturas del agua en zonas costeras poco profundas que a menudo superan los 33–34 ºC durante los meses de verano. Los investigadores están explorando ahora estrategias nutricionales, incluidos los aditivos en los piensos, para ayudar a la lubina europea a afrontar el estrés térmico y mantener su rendimiento en condiciones cada vez más extremas.
Un nuevo estudio liderado por Testing Blue SL (Puerto Real, España) en colaboración con Adisseo, y presentado recientemente en Aquaculture Europe 2025 en Valencia, ha evaluado diferentes aditivos con propiedades beneficiosas para la salud por su capacidad para mejorar la tolerancia de la lubina al estrés por calor.
El ensayo expuso a los peces a un incremento gradual de la temperatura en un sistema de recirculación acuícola (RAS), alcanzando un máximo de 32 ºC para simular un escenario de ola de calor.
Se evaluaron cinco dietas: un control, HeatPro (Adisseo), H1, R2 y K8. Las dietas codificadas correspondían a piensos suplementados con otros aditivos comerciales diseñados para ayudar a los peces a enfrentarse al estrés térmico. Tras una semana a 32 ºC, se registró mortalidad en todos los grupos, aunque aparecieron diferencias significativas en la supervivencia. Los peces alimentados con HeatPro alcanzaron la mayor supervivencia (95,24 %), seguidos por los que recibieron H1 (92,86 %) y después el grupo control (88,10 %).
La doctora Rocío Robles, investigadora principal en Testing Blue, explicó: "Lo que vimos es que no todos los aditivos funcionan de la misma manera. HeatPro fue particularmente eficaz en la mejora de la supervivencia y el rendimiento (SGR y FCR) durante el periodo de estrés térmico y en la reducción de marcadores clave de estrés. Una menor acumulación de ROS gracias a la suplementación con HeatPro redujo la necesidad de actividad enzimática (SOD, CAT, GPX)".
Los indicadores de crecimiento y conversión también apuntaron a beneficios de la suplementación dietética. Aunque no se detectaron diferencias significativas en la tasa de crecimiento específico (SGR) ni en el índice de conversión alimenticia (FCR) entre tratamientos, las lubinas alimentadas con HeatPro lograron un 16 % más de crecimiento y una reducción del 20 % en el FCR respecto al control durante el periodo de recuperación.
Los análisis fisiológicos y bioquímicos reforzaron estos resultados. Los peces alimentados con HeatPro mostraron niveles reducidos de cortisol, glucosa y lactato en plasma (biomarcadores de estrés). A nivel molecular, la dieta con HeatPro se asoció con una menor expresión de proteínas antioxidantes y de estrés térmico (SOD, PRDX3 y HSP70) y con una mejora en las señales de recuperación, como un aumento en la expresión de IGF-1. La reducción de estos biomarcadores indicó que los peces suplementados con HeatPro mostraron mayor resiliencia para afrontar el estrés térmico.
El análisis histológico confirmó que todos los grupos experimentaron alteraciones hepáticas a nivel subclínico vinculadas a las altas temperaturas. No obstante, los datos en conjunto apuntan a la capacidad de ciertos aditivos de pienso para reforzar la resiliencia.
"El estrés térmico es uno de los principales cuellos de botella para la acuicultura de lubina en el Mediterráneo", añadió Robles. "Nuestros resultados indican que las herramientas nutricionales pueden ayudar a los productores a proteger el bienestar y el rendimiento de los peces durante los meses críticos del verano, proporcionando una capacidad antioxidante extra a la lubina".