El alto precio que están alcanzando las materias primas en general y la harina de pescado y la soja en particular abren la puerta a la búsqueda de nuevos ingredientes. Estos pueden ser reutilizados de otras industrias, como la cárnica o agrícola, o noveles, como la harina de insecto o las microalgas.
Los desechos de la fruta o su orujo tienen un alto valor nutricional; sin embargo, están poco explorados, por lo que son fuente de estudio actual por parte de la academia para cuantificar su potencial nutricional y como estrategia de economía circular en dietas acuícolas.
Además, también son aditivos alimentarios funcionales por su alto contenido en polifenoles, flavonoides, vitaminas, minerales, polisacáridos y péptidos que mejoran las respuestas antioxidantes e inmunitarias y aumentan la tolerancia a factores estresantes bióticos y abióticos.
Para mejorar la comprensión sobre las opciones que ofrecen los subproductos generados en la fruticultura, una reciente revisión publicada en Reviews in Aquaculture por investigadores de la Universidad egipcia de Kafrelsheikh analizan la aplicación exitosa en el rendimiento del crecimiento, la productividad y el bienestar de los animales acuáticos.
La revisión, aborda una descripción general de la posibilidad de utilizar estos subproductos de frutas no tradicionales, y busca, enriquecer el conocimiento académico con información para un mayor desarrollo e investigación para maximizar su utilización en los piensos acuícolas.
Por tipos de frutas, y a modo de ejemplo, en la revisión se analiza el cultivo de manzanas. Según indican, a escala global se produjeron en el mundo 86 millones de toneladas de manzanas en 2020. Cuando éstas se procesan en zumos o sidras generan subproductos que representan el 25% de su peso total que puede usarse en la industria alimentaria, farmacéutica, o como fertilizante orgánico o pienso.
En acuicultura se ha identificado por su potencial funcional y como sustituto parcial de la harina de pescado en piensos para lubina europea.
Los subproductos del plátano también han mostrado efectos beneficiosos en la alimentación de organismos acuáticos. En este caso la producción mundial es de 120 millones de toneladas. La parte no comestible del plátano, la piel, corresponde con el 35% del peso y tiene propiedades de interés para ser aplicadas en acuicultura.
En el caso de los cítricos, cuya producción alcanzó en 2020 los 158 millones de toneladas, cuando es procesado para zumos genera entre el 50 al 70% del peso en forma de subproducto que se usa normalmente en piensos para reducir el impacto ambiental.
Los aceites esenciales que contienen los cítricos tienen gran potencial antibacteriano.
Las uvas son una de las frutas más populares globalmente con una producción de 78 millones de toneladas en 2020. La piel y las semillas son un subproducto muy valorado por sus propiedades nutricionales y farmacéuticas, con un contenido en proteínas entre el 10 y 12%, 9% de lípidos crudos, 60% de carbohidratos y 35% de fibra. Las semillas de las uvas contienen aceites esenciales con altas concentraciones de ácidos grasos poliinsaturados. También son fuente natural de taninos, polifenoles y flavonoides conocidos por sus propiedades con potencial antibacteriano, antioxidante e inmunoestimulante.
Varios estudios han analizado la posibilidad de incluir el subproducto generado por la industria en dietas para trucha arcoíris, carpas, seriola.
Otros cultivos interesantes: la palma también ofrece interés al contar con una producción global de 9 millones de toneladas; la papaya (Carica papaya); harina de copra elaborada a partir de cocos secos; polvo de café tostado (Coffea arabica).
Como señalan los autores de este trabajo cada fruta ofrece una respuesta diferente en los peces y marisco; incluso, depende de qué especies, si esta es carnívora, herbívora u omnívora y en qué fase de maduración se encuentran, juvenil o adulto.
Sin embargo, los subproductos de fruta comparten un perfil nutricional común, el alto contenido en carbohidratos y fibras, y bajo contenido en proteínas, esto reduce las posibilidades de estos extractos a su uso como aditivos funcionales.
Más allá de estudios a escala laboratorio faltan estudios a una escala comercial que puedan ofrecer resultados para hacer un buen análisis del coste-beneficio y la viabilidad económica de los subproductos de la fruta.
También se requieren más estudios enfocados a investigar los subproductos de frutas como fuentes de energía, solos o combinados, con dietas que contengan otros alimentos a partir de desechos como harinas y aceites de insectos y desechos agrícolas y vegetales para generar un alimento completo para peces.
Referencia:
Mahmoud A. O. Dawood, Ola A. E. Habotta, Mabrouk Elsabagh, Mohamad Nor Azra, Hien Van Doan, Zulhisyam Abdul Kari, Hani Sewilam. Fruit processing by-products in the aquafeed industry: A feasible strategy for aquaculture sustainability. Reviews in Aquaculture