
La empresa Brevel y Kibbutz Yotvata han alzanzado un acuerdo para construir una macroplanta para producir proteína de microalgas. La planta como han indicado en un comunicado tendrá una capacidad de 3 000 toneladas de producto deshidratado al año cuando esté totalmente operativa.
Se trata de la primera planta de estas características en construirse en Israel, y que acompañará otras tantas que se van a construir por todo el mundo con socios con los que Brevel está en conversaciones, según señalan.
Como indica la compañía, esta tecnología es la primera en producir a gran escala microalgas con una combinación de fermentación por azúcares y alta concentración de luz.
El resultado, como indican, será una combinación de proteína a un precio competitivo con la de guisante y soja, y tiene un color y sabor neutro. Esta proteína, añaden, resuelve los desafíos inmediatos en los productos sustitutos de los lácteos y de huevo al carecer de un perfil nutricional de alto valor debido a la necesidad de proteína con un sabor más suave.
El que la microalga sea producida en un único proceso permite la reducción de costes de 90% e incluye ingredientes ricos en nutrientes y funcionalidades que solo se producen en presencia de luz.
Al respecto, Hannan Shushan, director ejecutivo de Yotvata indicó que esta producción busca respaldar la creciente demanda de proteína para varios mercados y para aportar “soluciones sostenibles con las que alimentar una población mundial en continuo crecimiento”. Sushan cree que el mercado de proteínas alternativas desempañará “un papel importante en esta misión”.
Por su parte, Yonatan Golan, director ejecutivo y fundador de Brevel ha indicado que esta primera instalación de fabricación a escala comercial de proteína de microalgas permitirá “convertirnos en la opción número uno para las proteínas de origen vegetal en todo el mundo”.
Estamos trabajando activamente para resolver los mayores desafíos nutricionales que existen en la actualidad. Estas proteínas vegetales, añadió, “son verdaderamente sostenibles, neutras en sabor y color, y estarán disponibles por primera vez a un coste asequible para la industria alimentaria”.