La Federación de Productores de Acuicultura de Europa (FEAP, por sus siglas en inglés) critica la “miopía” de la Comisión Europea para abordar las verdaderas razones subyacentes que están frenando el potencial de la acuicultura. Esta es parte de la respuesta de los productores europeos a las conclusiones del Tribunal de Cuentas Europeo.
Para la FEAP, los problemas de planificación espacial y los procedimientos de licencias complicados, que han sido identificados por el informe del Tribunal de Cuentas y la Comisión Europea, son “síntomas de un problema más profundo y no las causas reales de la situación”. Para los productores, el crecimiento de la acuicultura está siendo obstaculizado “por una carga administrativa excesiva” causada por la implementación de regulaciones ambientales “demasiado rigurosas”, una “competencia desigual con las importaciones” y una información “confusa” a los consumidores.
FEAP argumenta que mejorar el marco legal existente y el uso eficiente y efectivo de los fondos de la UE “son elementos secundarios para resolver el estancamiento de la producción de acuicultura”. El enfoque principal, añaden, debe ser equilibrar las políticas medioambientales con objetivos de producción de alimentos para desbloquear el potencial de la acuicultura en la UE.
Si realmente se desea impulsar la acuicultura para lograr un crecimiento significativo y un papel importante en la Alimentación Sostenible Europea, se debe hacer como ocurre con Noruega, Reino Unido y Turquía.
La contribución de la acuicultura a la producción de alimentos es vital
La FEAP considera que la producción de alimentos en la Unión Europea debe convertirse en un “objetivo de igual importancia que la protección del medio ambiente”. Si bien el sector de la acuicultura en Europa está comprometido con la restauración y protección del entorno natural, añaden, “se encuentra con obstáculos debido a la implementación de políticas medioambientales de la UE”.
La mayoría de los Estados miembros y sus regiones, explican, “enfrentan dificultades para implementar estas políticas”, lo que deja poco espacio para el desarrollo de la acuicultura en estos ecosistemas.
Esto se debe, añaden, “a que las autoridades medioambientales de los Estados miembros se centran principalmente en la protección de la naturaleza y el cumplimiento de sus obligaciones legales, y la producción de alimentos en el entorno natural no tiene la misma importancia para ellas”.
La FEAP argumenta que “el futuro de la acuicultura en la UE” solo será prometedor si la producción de alimentos “se convierte en un objetivo de igual importancia que la protección del medio ambiente, incluyendo la definición de objetivos cuantitativos de producción”. Consideran que ambos objetivos son compatibles y que la Comisión Europea debería adoptar un enfoque equilibrado similar a la "Transformación Azul" de la FAO para abordar los problemas señalados en el informe especial del Tribunal de Cuentas Europeo.
La acuicultura necesita una Política Común al igual que la agricultura
La acuicultura, critican desde la FEAP, no está considerada como una competencia compartida en igualdad de condiciones con otros sectores de producción de alimentos primarios, como la agricultura y la pesca. Como resultado, la Unión Europea “no define ni implementa una Política Común específica y efectiva para la acuicultura”.
Los principales instrumentos de la UE para facilitar el desarrollo de la acuicultura son las directrices estratégicas no vinculantes, los planes estratégicos nacionales plurianuales de los Estados miembros, el intercambio de información y buenas prácticas entre los Estados miembros y el Fondo Europeo Marítimo, de Pesca y Acuicultura.
Según FEAP, la falta de crecimiento en el sector de la acuicultura en la UE “es una consecuencia directa de la ausencia de una Política Común de Acuicultura”.
Una Política Común de Acuicultura, añaden, “podría ejercer la presión necesaria para alinear a las administraciones públicas y resolver los problemas técnicos relacionados con la planificación espacial y los procedimientos de licencia”, entre otros.
Diferencias y acuerdos de la FEAP con el informe del Tribunal de Cuentas
La FEAP critica que el informe se enfoca en los posibles aspectos negativos de la acuicultura, sin equilibrarlos con los aspectos positivos como la eficiencia en el uso de los recursos naturales, el bajo impacto ambiental, el uso limitado del espacio y el agua dulce, y la producción de alimentos nutritivos.
Si comparte la preocupación del informe por la falta de transparencia en el uso de los fondos FEMP y rendición de cuentas que señala el informe. Pero no comprende por qué se sorprenden en el Tribunal en que casi todos los proyectos elegibles sean financiados, ya que “sería sorprendente que se dejaran fuera proyectos que persiguen los objetivos de la Política Pesquera Común”.
En cuanto a los indicadores de sostenibilidad, la FEAP coincide en que no hay indicadores oficiales en la actualidad. La FEAP, añaden, ha proporcionado una lista de indicadores ambientales que podrían complementar los propuestos por el Centro Común de Investigación. Además, explican, deben definir y utilizar indicadores líderes para evaluar el crecimiento de la acuicultura a largo plazo.
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