El principal escollo al que se enfrentan los productores de microalgas es el coste de extracción de metabolitos y compuestos de interés como los aceites poliinsaturados. A nivel tecnológico se debe trabajar todavía para que estos costes se acerquen a niveles de rentabilidad principalmente si se quiere que sea para producir biodiesel.
En ese proceso de abaratar los costes de extracción, investigadores de la Universidad de Flinders han descubierto un “simple, barato y efectivo camino para extraer compuestos bioactivos y aceite de microalgas” usando para ello sulfuros derivados de la industria petroquímica.
Como describen los investigadores de la Universidad de Flinders en la revista científica ACS Sustainable Chemistry, el proceso consiste en utilizar el azufre residual en una única reacción para extraer hasta el 90% de los triglicéridos insaturados de microalgas cultivadas. Simultáneamente se producen polímeros de alto valor a partir de estos ácidos grasos poliinsaturados que enriquecen triglicéridos saturados que pueden usarse en diversas aplicaciones.
Llegado a este punto es importante aclarar que en el ámbito académico y comercial se usa de manera profusa el término microalga cuando se habla de organismos unicelulares marinos eucariotas que no lo son. Es el caso de Schizochytrium sp, un Traustochytrido ampliamente distribuido en los ambientes marinos muy interesante por su alta capacidad para producir lípidos poliinsaturados. En el caso de este estudio realmente fue el organismo unicelular utilizado.
Estos organismos son heterotróficos, se producen en fermentadores para lo que usan el glicerol como fuente de carbono. Las ventajas que Schizochytrium presenta frente a otros organismos fototróficos es el control que se puede tener del cultivo, y la utilización de diferentes fuentes de carbono como nutriente, tales como el glicerol, la glucosa, y otros azúcares, sin uso de tierra de labor.
Schizochytrium sp destaca por su alta capacidad para producir triglicéridos, según las condiciones del cultivo, pudiendo llegar a ser hasta el 50% de su peso.
Como señala al respecto el investigador Justin Chalker, los polímeros orgánicos se han adaptado para ser aplicados en remediación ambiental, fertilizantes de liberación lenta, aislamiento y desechos electrónicos.
El aceite de algas se hace reaccionar con el azufre para separar los triglicéridos monoinsaturados y los saturados, convirtiéndolos en un compuesto polimérico rico en azufre. A través de este método, como señalan, los componentes saturados que no reaccionaron se recuperaron fácilmente mediante extracción con etanol para su uso potencial en la fabricación de biodiesel.
Futuros estudios se centrarán en aumentar la producción de aceite de microalgas y nuevos usos de polímeros de azufre.