Estados Unidos de América (EE.UU) es el mayor importador de pescado y marisco del mundo, una circunstancia que no ha pasado desapercibida para los productores acuícolas del Mediterráneo.
La lubina europea de importación es la especie más popular en los restaurantes del noroeste del país y sur de California. Este producto es conocido por el consumidor estadounidense como ‘branzino’, debido a la gran colonia italiana que regenta restaurantes de comida mediterránea y cuya traducción del italiano es lubina.
Grupo Culmarex, empresa española con gran presencia de granjas en el Mediterráneo ha apostado por introducir sus doradas, lubinas y corvinas en el mercado estadounidense con su propia marca, Bandera Bronzini.
Como señalan desde Culmarex, los consumidores norteamericanos valoran mucho el origen mediterráneo y español de nuestro pescado. Reconocen la calidad y frescura con la que lo reciben cada semana, que es como llegan del otro lado de los océanos.
En un estudio reciente elaborado por investigadores del Grupo de Investigación de Gestión Económica para el Desarrollo Sostenible del Sector Primario de la Universidad de Cantabria establecen para 2019 las importaciones de EEUU en 10 000 toneladas de lubinas en fresco, entero y eviscerado que alcanzaron en valor los 52,4 millones de euros.
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